10 diciembre 2011

Tetuán de las Victorias.

Tetuán de las Victorias: Ayer y Hoy de un barrio de Madrid

Pasado y presente de un barrio de Madrid

Inmigración obrera
A mediados del siglo XIX Madrid contaba con una incipiente industria en desarrollo que precisaba de mano de obra abundante. Como agregado social al servicio de la producción que es la ciudad, Madrid era capaz de recibir anualmente cerca de 10.000 personas, campesinos en su mayoría, que servían al fin industrial y a la propia expansión urbana, cuya mano de obra era absorbida con facilidad.
El proceso de expansión de Madrid se producía, por tanto, al aumentar la población por medio de los fenómenos de concentración urbana asociados al aumento de la actividad productiva.
Venían de todos los campos españoles, pero especialmente de ambas Castillas, Extremadura y Andalucía, donde el régimen latifundista semifeudal era la norma que regía aquella sociedad. La situación de los campesinos en la España de entonces era dramática y el jornalero del campo quedaba desamparado al capricho de terratenientes y caciques. La pobreza y el hambre presidía sus casas. La emigración se convertía en la única salida.
En Madrid, de 1845 a 1875 la población pasó de 200.000 a 400.000 habitantes. En 1930 había ya cerca de un millón de madrileños. La población inmigrante se iba asentando en el centro de la ciudad, habitando las ya conocidas casas de vecindad, corralas, buhardillas y sotabancos. También lo hacía en el extrarradio de la ciudad, formando suburbios compuestos por casas bajas autoconstruidas de pésima calidad y de características marcadamente rurales.
La vivienda en el Madrid del año 1900 era de media en más de un 70% considerable como “muy barata” o “modesta”. Es decir, elaborada con materiales económcos y con una tipología unifamiliar rural o semirrural, o bien casas de vecindad, y se concentraba en las barriadas del extrarradio o en aquellas del centro urbano consideradas como populares y con mayor densidad. Así, en Latina el 90% de las viviendas eran “baratas” o “muy baratas”, y en Universidad un 65% tenían estas características. En el polo opuesto se encontraban barrios como Centro con solo un 10% de viviendas “baratas” o “muy baratas”, y Congreso con un 12%.
Casa de dos plantas típica de principios del XX, en la calle Hierbabuena con Algodonales, Tetuan. (Foto: Enrique F. Rojo, 2008)
Los arrabales de Madrid soportaban el peso de los suburbios alrededor de todo su cinturón periférico. La escasez y la carestía de los alojamientos en el centro urbano empujaban a esta población hacia estas zonas baratas sin infraestructuras. Se emplazaban en los márgenes de los caminos y pronto se formaron barriadas compuestas por un desordenado tejido de casas y calles estrechas. La foto es de una vivienda baja en la calle Pedro Barreda. (Foto: Enrique F. Rojo, 2008)
Calle Avelino Montero Ríos, Tetuán de las Victorias. Casas baratas para obreros.(Foto: Enrique F. Rojo, 2008)
Proyecto de casa barata en La ventilla de 1929. Las dimensiones de la vivienda no exceden los 30 metros cuadrados. Teniendo en cuenta que se trata de viviendas familiares, es de imaginar el hacinamiento que se vivía en su interior.
Calle Marqués de Viana, en los alrrededores de Bravo Murillo. (Foto: Enrique F. Rojo, 2008)


7 agosto, 2008 por Enrique Fidel. Fuente: URDAN IDADE

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